Wings-Group: ESTRELLAS Y ESTRELLADAS DE LOS OSCAR 2015

Hacer una crítica original y diferente de la "Red Carpet" es difícil, y más cuando ha pasado casi una semana y multitud de medios de comunicación han hecho eco de las celebrities y de sus "maravillosos" look.

Pero por petición popular, quiero hacer mi particular crítica de lo que allí se ha visto en cuanto a vestuarios, maquillajes y peinados. No lo haré sin conocimiento de causa, sino con la base de mas de 15 años dedicada a la imagen personal y la moda como estilista.

Para empezar he de contaros cual es la primera imagen que me mostraron a través de una red social, y fue la de Lupita Nyong´o. Para ser honesta es difícil hacer una crítica de esta actriz, puesto que su elegancia habla por si sola, sin necesidad de ataviarse con un vestido de 6.000 perlas de la firma Calvin Klein. Hacerle lucir un look blanco a una chica negra, es un recurso fácil, así que mi opinión es que se lucía más la marca que ella. Las 6.000 perlas que no quiero pensar el peso, fueron más protagonistas que la propia Lupita. Maquillaje y complementos muy acertados.

Vestido que al parecer ha sido robado después de la gala.

Otro traje que brilló no por su estilo ni personalidad, sino por las 80.000 lentejuelas pintadas a mano de la firma Chanel, diseñado por el excéntrico Karl Lagerfeld, y cosido por 27 personas que tardaron 987 horas en coserlo; fue el lucido por la espléndida, Julianne Moore que la envejecía, y se mimetizaba con su piel. Una mala elección sin duda, y que no la hizo brillar por muchos paillettes que llevara el vestido. Mi elección para una mujer como ella, con su color rojizo de pelo y sus ojos verdes, hubiera sido un verde esmeralda sin duda.

Jennifer López vestida de Elie Saab, se mimetiza con el color del vestido, otra que también elige un color para desaparecer en la Red Carpet. El vestido es una joya para pieles menos tostadas, y para mujeres de rasgos menos exóticos. Porque lejos de potenciar su belleza se pelean entre sí. La belleza de Jennifer y la del lujoso Saab, luchan por la presencia destacable en la alfombra roja. El pecho queda aplastado por la presión del escote. Menos es más querida JLo.

Para que no penséis que no tengo ninguna favorita, aquí os dejo la imagen de Scarlett Johanson, vestida de color esmeralda, luciendo su esplendida figura reloj de arena. El color rubio platino de su pelo, y sus ojos verdes, destacan poderosamente con esta elección de vestuario. Además apuesta por una de las tendencias en peinado, con rapado lateral y volumen en flequillo. Un estilo que realza su piel, su figura y le otorga de una clase impecable. Chapó por la elección de este Versace.

Otra de mis favoritas fuera de la pantalla (porque dentro no es santo de mi devoción), pero sí en la alfombra roja, es Gwyneth Paltrow. De delicada belleza, potencia ésta con un vestido de Ralph&Russo en color rosa entalcado de escote Diana, y con flor XL en su hombro izquierdo.

Este vestido de corte sirena,realza su figura y la potencia. Ni que decir tiene que las joyas, el maquillaje y el peinado son un acierto total y absoluto.

La eterna novia de América, Jennifer Aniston, y su mínimo riesgo en cuanto a vestuario y peluquería, no destacaron en la alfombra roja. Su vestido un Versace color champagne, no la hacía justicia porque se mimetizaba con su piel y pelo. ¿Qué les está pasando a estas celebrities, que quieren desaparecer dentro de sus vestidos?

La cantante Kelly Osbourne luce sus kilitos con gracia, con este vestido corte pavo real, de Rita Vinieris en escote barco, que destaca sus hombros y alarga su cuello. El toque de encaje le potencia su estética sexy, y salvo las sandalias, las uñas (aguileñas), y las joyas totalmente inapropiadas, el resto de la estética es muy acorde a su estilo y figura. Destaco la originalidad del clutch de Judith Leiber.

Al igual que es de destacar por elegancia la fabulosa elección de Scarlett o de Paltrow, también hay que subrayar el inexistente estilo y gracia de Lorelei Linklater vestida por Bershka, ahhh no!! por Gabriela Cadena, que debe ser la nueva promesa de esta tienda.

Su estética era más para ir con el novio a tomar unas cañas al bar de debajo de casa, que para ir a la entrega de los Oscar. La melena de salir de la ducha y esa mezcla de tejidos y texturas dejan mucho que desear del estilo de la joven "actriz".

Por fin hacemos un recorrido por las muñecas de cera del museo de los horrores, la recauchutada Nicole Kidman, que para destacar su piel encerada, se atavía con un vestido de Louis Vuitton en color amarillo céreo, con cinturón plastiquero en rojo intenso que era del todo innecesario.

Para rematar ese pelo de recién levantada de la siesta, remata con la estética del neceser en la mano. El maquillaje nada favorecedor, aumenta su aspecto de muñeca del museo de cera.

Cómo es posible terminar este breve artículo sin citar o nombrar a la estrafalaria Lady Gaga, o mejor dicho Lady LaCaga, porque siempre es inadecuada con sus elecciones de vestuario. Los guantes entre mosquetero y de limpiadora, de color rojo que hacen juego con unos hilillos simulando el coral que adornan su coleta en forma de soga forman un tándem imposible. Una sisa desmesurada, que deja entrever su pecho alicaído, y sus tatoos incomprensibles, nos muestran una vez más su falta de pudor y de decoro.

Para terminar citando a alguno de los hombres de la gala, y que no se quede en una mera crítica a las mujeres y su estética. Quiero mencionar a J.K Simmons con un estilo muy personal que da a su look luciendo un borsalino y reloj de cadena. Por poner algún pero, es totalmente inapropiado el pañuelo a juego con el look de su pareja Michelle Schumacher.

Si desconcertantes fueron los looks elegidos por las estrellas en los Oscar, estrelladas fueron las elecciones de algunas invitadas a la fiesta post Oscar, de la revista Vanity Fair. Para no aburriros, sólo quiero destacar sin mucho aspaviento, la vulgaridad de los trajes de transparencias excesivas que lucieron algunas de las invitadas como Jennifer López, Irina Shayk, entre otras.

Mujeres que no conocen la seducción y que recurren a la exposición para llamar la atención.

A las vistas me remito, que aunque la "choni" se vista de seda, "choni" se queda.